Cabrero adquirió el terreno después de ganar el concurso para la Casa Sindical en Madrid y pretendía ubicar allí su propia casa. Está dividido en dos parcelas: una con acceso desde la calle Cabeza de Hierro y otra desde la avenida Miraflores.
En la primera parcela comienza a construir una primera vivienda prevista para 5 hijos y que ya incluía un estudio para su trabajo. Sin embargo, se le queda pequeño y al ampliar la familia decide hacer una segunda que se apoyará en el muro de contención de la otra parcela.
Con respecto a otros proyectos del arquitecto, la casa Cabrero también tiene un sentido utilitario-social que en este caso se ve traducido en funcionalidad: funcional en cuanto a la distribución y en cuanto a la estructura.
Está diseñada para dar respuesta a unas necesidades humanas concretas: familia numerosa, utilización de la vivienda como lugar de trabajo.
Emplea el contraste como recurso expositivo, como por ejemplo en la combinación de madera y hierro o la oposición que supone el uso de nuevos materiales respecto a su utilización.
Cabe destacar la importancia concedida al paisaje, de tal manera que la casa se encuentra en torno a un jardín que debido a su forma de L hace que se convierta en un recinto interior, privado, convirtiendo la vivienda en un refugio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario